Don Bueso en el Retablo de fantoches
Fotografía de Rafael Alberti dedicada
a Alexandr Fevralski y fechada en 1934, durante
el segundo viaje a Rusia del escritor.
(ed. coordinada por Carlos Flores Pazos) Cádiz, Diputación de Cádiz,
Fundación Alberti, Archivo España-Rusia 1927-1937
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El romance tradicional de Don Bueso o de La hermana cautiva relata la aventura fronteriza del caballero que, yendo a tierras extrañas en busca de amores, encuentra a su hermana, cautiva por los moros desde tiempo atrás, así como el regreso al hogar cristiano de la desdichada niña. La tradición oral ha mantenido con singular viveza esta historia, transmitida durante siglos en todo el mundo hispánico en versiones poética y musicalmente diversas, adaptadas unas al canto melancólico propio del norte peninsular, y otras al festivo de la navidad andaluza, por ejemplo.
Este libro saca a la luz no una de esas versiones tradicionales, sino la adaptación dramatizada que del romance hizo Rafael Alberti hacia 1931, en el marco del Teatro del Pueblo de las Misiones Pedagógicas impulsadas por la Segunda República, y con el fin de contribuir al repertorio del Retablo de fantoches dirigido por Rafael Dieste, un espectáculo itinerante que recorrió cientos de aldeas españolas en unos años de auténtica fe en la cultura y en un proyecto trágicamente decapitado por la guerra civil y la dictadura.
El texto de Alberti lo rescata Carlos Flores Pazos, coordinador del volumen, del Archivo España Rusia, centrado en documentos del periodo 1927-1937 y testigo excepcional de las relaciones políticas y culturales entre ambos países en esos decisivos años. La adaptación dramática del romance se publica en facsímil acompañada de la partitura que para la misma realizó Eduardo M. Torner, por aquellos tiempos director del Coro del Pueblo e implicado absolutamente como musicólogo y folklorista en el proyecto de las Misiones Pedagógicas.
La contextualización del documento en la labor cultural de la República la realiza Eugenio Otero Urtaza, que dibuja con claridad la significación que la cultura tradicional tuvo en las Misiones Pedagógicas y relata con emoción aquel proyecto de comunión entre lo rural y lo urbano sobre el que tanta desmemoria ha acaecido. Por su parte, Eladio Mateos y Rafael Martín realizan, respectivamente, el análisis literario y musicológico del texto albertiano, situándolo en la palpitante atención que folkloristas e intelectuales mostraron por la literatura oral en las primeras décadas del siglo XX.
El Don Bueso del poeta estiliza la palabra oral y dramatiza la legendaria acción fronteriza en una estética devota hacia lo popular, milagrosamente florecida entre los del 27 y prodigiosamente hábil para aunar tradición y vanguardia.
1 Comments:
"Camina don Bueso"
de buena mañana
con traje de pana
en color de hueso.
Recuerda el suceso
en tierras fronteras
do ha primaveras
encontró a su hermana
cautiva cristiana
en moras maneras.
Un abrazo. Es uno mis romances favoritos.
Una versión cualquiera de tantas, una que sumo yo. En décima que me he dado cuenta que te deben gustar.
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